Ponte en esta situación. Estás en una maratón, llevas corriendo una buena cantidad de kilometros. Estás muy cansado o cansada, con el cuerpo fatigado, inspirando y expirando el aire por la boca. Tu mirada no se despega del suelo. Estas pensando en detenerte y abandonar la carrera. Levantas la vista y logras divisar al público que está cercano a la meta. Escuchas los gritos, gente apoyándote, expectante a que logres cruzar la linea que marca el final. Es en ese momento en el que aumentas tu ritmo de carrera. Pisas con fuerza el suelo. Esa motivación hizo que te volviera el aliento y todo lo que sentiste en el tramo final desaparece. Inmediatamente corres como si la competición hubiera recién comenzado y atraviesas la meta. La ansiedad y las emociones en el rendimiento deportivo. ¿Cómo se explica este fenómeno?
Cada vez más son las disciplinas deportivas o de competición que han surgido en el último tiempo. Lo que ha encendido el interés en el estudio de la psicología deportiva, ampliando cada vez más su campo de investigación. Uno de esos campos es el de las emociones, enfocado en el estrés, el estado de activación del organismo y la ansiedad.
Las emociones en el rendimiento deportivo
Un concepto que siempre ha sido difícil de definir, al punto de que a veces ni nosotros logramos entender el porqué nos sentimos de una manera respecto a una situación. Los primeros autores que se interesaron por este problema de definición, desde el punto de vista científico, las interpretan como la percepción por parte del sujeto de su propia respuesta fisiológica a un determinado acontecimiento (James, W., 1984). Por esta razón, el debate por la definición de este concepto aun no ha concluido.
Actualmente, a los deportistas de elite se les exige, más allá de ser lo mejor que puedan en su disciplina y mantener un estado y condición física de alto nivel, tener un control total de sus emociones, ya que estas influyen directamente en su rendimiento. Un ejemplo de esta influencia es el arousal o ”estado de activación”.
Arousal en el rendimiento deportivo
Se define como el estado de activación psicofisiológica del organismo, afectando directamente en los procesos de atención y actuación (Gould D.; Krane, V., 1992). Los niveles altos de arousal benefician al deportista en tareas que se vean involucradas condiciones como la velocidad, resistencia y fuerza. Por otro lado, los niveles bajos de arousal ayudan al deportista en tareas donde prime la coordinación fina o la estrategia de decisión compleja. Según la ley de Yerkes y Dodson (1908), el aumento progresivo de arousal también mejora el rendimiento del atleta, llegando a un punto máximo, llamado peak performance.
Este concepto se torna muy interesante, especialmente para uno como deportista. Para rendir al máximo nivel, hay que saber adaptarse a las diferentes situaciones en una misma disciplina y lograr ese dominio mental. Por ejemplo, en un partido de fútbol, sería necesario obtener niveles altos de esta exaltación para aumentar nuestras características de velocidad, fuerza y resistencia (esfuerzo condicionado), pero, en ese mismo encuentro, si estamos en una tanda de penales, lo ideal sería disminuir los niveles de arousal para enfocarnos en la concentración, coordinación y temple.
En ese sentido, nuestra capacidad de poder controlar nuestras emociones y nuestro estado de activación se verán altamente condicionado por un tercer gran factor: La ansiedad.
Ansiedad y estrés en el rendimiento deportivo
En el deporte, existe una gran variedad de situaciones o condiciones que nos generan tensión emotiva. El sentimiento de competencia relacionado con la búsqueda de la victoria, la frustración tras una derrota y/o un mal rendimiento, el miedo al contrincante, las evaluaciones y opiniones, el mal funcionamiento del equipo, entre otras. Estos ejemplos generan estrés, término que hace referencia a los factores que provocan respuestas subjetivas de ansiedad.
La ansiedad, por su parte, que se genera tras la exposición del deportista a estímulos estresantes, obstaculiza el rendimiento de este, manifestándose mediante respuestas individuales de falta de adaptación en ámbitos fisiológicos, comportamentales y cognitivos. Es más, la respuesta que el atleta da frente a una situación será diferente según su personalidad. Lo que es muy estresante para una persona, puede no serlo para otra.
Para relacionar todos los conceptos, te presento el gráfico de relaciones entre energía psíquica (arousal) y estrés (Martens y Bump, 1988)
La ansiedad y la salud mental en el deporte se vuelve determinante. Refiriéndonos al primer concepto, existen diversos tipos que afectan de manera diferente al atleta. Desde tener sentimientos de aprensión y tensión, emociones negativas, la predisposición a percibir peligros y amenazas, formar expectativas pesimistas, hasta generar falta de confianza en uno mismo y/o en sus capacidades. Un hecho actual que tiene relación con la ansiedad y las emociones en el rendimiento deportivo sucedió en los Juegos Olímpicos, cuando Simone Biles, destacada gimnasta estadounidense, se retiró de la final de Tokyo 2021 para priorizar su salud mental.
Obsesión > Talento
La temática de la ansiedad y las emociones en el rendimiento deportivo me parece muy interesante. Siento que es información que debemos considerar los y las que somos apasionados o apasionadas por alguna disciplina, para que logremos alcanzar nuestro máximo potencial. La mente juega un papel muy importante a la hora de realizar un deporte, especialmente en el manejo de situaciones como las críticas, la presión, los nervios, el miedo y la ansiedad. Después de escribir esto, la frase ”la obsesión le gana al talento” me hace mucho más sentido. Si realmente quieres ser el mejor o la mejor en lo que haces, debes controlar mucho más que la técnica o tu capacidad física, sino que debes dominar tu mente en todos los aspectos posibles.
Sobre este tema, te invito a leer acerca de el impacto de la independencia en la salud mental en los jóvenes.